lunes, 6 de julio de 2015

Concretas, cocretas, cocleta...¡Croquetas!

6 comentarios:
 
No tengo ni idea de lo que escribir.

Va en serio.

No se me ocurre absolutamente nada. Mi cabeza, mi mundo interior y mis pensamientos están apagados.

¿El motivo? No lo sé.

Tengo un "stupor mentalis" que no es ni medio normal. No tengo ideas, estoy disperso, me entretengo con cualquier moñada y estoy más despistado que un pingüino en un garaje.

Así que, como no se me ocurre absolutamente nada, os propongo un trato (del que puede que me arrepienta más tarde): a mi me encanta leer más que a un tonto una tiza, así que, qué os parece si a cada receta salada que suba (que como veis, es de higos a brevas, todo hay que decirlo), la acompaño con una reseña literaria. AVISO IMPORTANTE QUE LUEGO TODO SE TERGIVERSA: No voy a cobrar absolutamente nada por poner la opinión sobre un libro, esto es meramente divulgativo y de crítica personal. He dicho. Que luego tó se sabe...

Sí, lo se, tengo una ideas demasiado raras en esta cabeza loca pero, ¿dónde pone que un blog de cocina no puede incluir otras cosas? Y si lo pone, quiero verlo ipso facto.



Como parte de esta sección, he de decir que acepto propuestas de lectura. Me gusta mayoritariamente todo el genero literario que hay, desde adolescente, romántico, fantasía o todo junto. Pero los que más me pirran son los policíacos, la novela negra y los thrillers, ya sean de misterio o psicológicos. Así que, si tenéis alguna recomendación de algún libro que os haya gustado mucho, mucho, mucho, soy todo oídos :)

Y para estreno, empecemos con un libro que hace muy, muy poquito que ha salido a la venta pero que ya ha calado hondo en el mundo de la blogosfera y la no tan blogosfera...

"Responde primero a la segunda pregunta" es la novela escrita por una bloguera llamada Patricia Tablado, autora del blog "No es un desfile de modelos". Sí aun no lo conocéis, os invito a que le echéis un vistazo y os quedéis, que seguro que os encantará.

Palabra de blogger :)

Este libro es el fruto de dos años de trabajo duro en la Patchcueva, lidiando entre pequeños herederos, un leonzaco salvaje y Patchboy. El libro relata la "pequeña" aventura de una chica llamada Ingrid que, después de liarla parda con su churri, decide volverse a Madrid para probar mejor suerte.

La chiquilla es más maja que las pesetas, y estando en los madriles con su mejor amiga, le sale el trabajo del siglo por obra y gracia del espíritu santo. Casualidad, lo llaman. A partir de eso momento, es cuando empieza la parte potentorra del libro, la que te va enganchando a cada palabra, línea, párrafo y página, y que no puedes parar de leer hasta que no te enteras de todo.


En cuanto al estilo del libro, es ameno, divertido y con el toque irónico que caracteriza cualquier entrada del blog de Patricia, y eso es lo que más me ha gustado. Es como leer su blog, pero mucho más rato y sin cansarte ni un solo minuto. Aunque, ¿quién se cansa de leer sus entradas? ;)

El libro es corto, muy corto para los que me suelo leer normalmente (echando cuentas, en unas 4 horas me lo lei), pero es de lo mejorcito si quieres echarte unas risas. Yo no podía aguantarme en el metro en algunas partes del libro, todo hay que decirlo, y el sentir las miradas clavas en la nuca ante tu descojone repentino...es chachi. Así que si sois de los que os reís a la primera de cambio, agarráos los machos, que tenéis para rato.

Así que si os animáis a comprarlo, ya me contaréis. Lo tenéis en ambos formatos, tanto en papel como en formato e-book, y lo podéis pillar por Amazon :) Por si acaso, os dejo el enlace aquí

Haría una reseña más larga del libro, pero es que entonces destripo lo indestripable y como que no es plan. Hale, hale, a reírse se ha dicho, chatos.

Y ahora, os propongo un planazo de la leche...

Cogéis el libro de aquí arriba...

Os sentáis en vuestra terraza, patio, jardín (en el supuesto caso de que lo tengáis), o en el salón mismamente...

Sacáis una cervecita bien fresquita del frigorífico...

Y una gran tapa de croquetas de jamón y pollo...

Con el solecito, corriendo un poquito de aire, bieeeeeeen relajaditos...

¿Os apetece?


Estas entradas serán cortas, incluyendo la receta, claro está. Es que el salado...no le pillo mucho la fotogenia jaja tendré que practicar algo más :) Con la excusa de que se hace en caliente o no se hace, pueeeeeeeeeeeees, es más complicado hacerlas.

¡Al lío!

Super Croquetas de Jamón y Pollo (Para 2 litros)
  • 1'5 litros de leche entera (nada de semi o desnatada jiji)
  • 250 ml de nata para cocinar
  • 160 gr de harina de trigo
  • 160 gr de mantequilla o margarina
  • 150 gr de pollo y 150 gr de jamón (mi madre hizo cocido el día anterior, así que a aprovechar se dijo. Pero si no tenéis restos, con hacer una pechuga a la plancha, ya nos vale, y el jamón, tal cual)
  • 10 colas de gelatina (sí, gelatina, de la neutra de todo la vida en colas)
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Para rebozar:
  • Harina
  • Huevo batido
  • Pan rallado
  • Panko (si no tenéis, no pasa nada, lo hacéis todo con pan rallado y listo)
Empezamos preparando nuestra masa. En un cazo bastante amplio, ponemos la leche a calentar. Esto hará que cuando hagamos el roux, no se nos quede ningún grumo en la masa. Por otro lado, ponemos las colas de gelatina a hidratar. Este es el secreto de estas croquetas. Al incorporar gelatina a la masa, conseguiremos consistencia para poder bolearlas, pero cuando se frían, la masa quedará extremadamente cremosa y deliciosa por la fundición de la gelatina. ¿Es chachi o no?

Sigamos. 

Mientras se calienta la leche (¡cuidado con el hervor!), en otro cazo amplio ponemos la mantequilla a fuego medio-bajo a fundir. Una vez fundida, incorporamos el pollo y el jamón y le damos un par de vueltas durante unos minutos, sobre todo el jamón, para que coja algo de saborcillo la mantequilla. Tamizamos la harina y se la incorporamos de golpe mientras removemos con energía. Subimos a fuego medio, y tenemos que obtener un plastón consistente. Truqui: en la escuela me enseñaron que para saber si el roux está hecho, para que luego no sepa a harina vamos, tiene que venirnos un olor como a palomitas recién hechas. Y ya lo tendremos listo. 

Una vez listo, incorporamos la mitad de la leche y removemos muy bien, intentando deshacer todo el plastón. Por último el resto de la leche. Mantenemos el fuego medio y esperamos a que hierva y se cocina durante unos 5-6 minutos. Sacamos del fuego y añadimos las colas hidratadas. Salpimentamos y añadimos un poco de nuez moscada, al gusto. 

Pasamos la masa a un bol y dejamos enfriar a temperatura ambiente para luego llevarla a la nevera toda la noche, para que coja la mayor consistencia posible, tapando con film para que no forme costra.


Y ahora, lo mas divertido.¡A bolear! Vamos cogiendo porciones de masa, y dependiendo de lo tragones que seáis, pues las hacéis más grandes o más pequeñas. Como veis, estas son tamaño jumbo jaja. Yo las hago con dos cucharas, como si fueran quenelles, y luego ya en el proceso de rebozado, se perfecciona la forma ovalada o redonda de la croqueta. Otro método es metiendo la masa en una manga pastelera, cortar la punta bastante gruesa, e ir sacando churros de croquetas. ¿Divertido, eh?

Preparamos un par de platos con harina, huevo y el panko o pan rallado. Y vamos siguiendo este orden: harina, huevo, panko o pan, huevo, panko o pan. Sí, tiene doble rebozado. ¿Y qué conseguimos con esto? pues unas croquetas extra crujientes por fuera, pero super cremosas por dentro. Os aseguro que la textura es brutal. Para que salgan bien, las tenemos que congelar durante al menos 2-3 horas. Así que, al congelador. Lo sé, son algo laboriosas, pero merecen la pena :)

Una vez enfriadas, ponemos una freidora o una sartén con abundante aceite. Personalmente prefiero la freidora, por eso de que puedes ajustar la temperatura, pero en una sartén honda y con un termómetro de cocina, va que chuta. Calentamos el aceite hasta una temperatura de 180-190ºC. Metemos un par de croquetas (4-5 por tanda, para no enfriar mucho el aceite), y cuando estén bien doraditas, las sacamos sobre papel absorbente.

¡A comer!

Mirad, mirad, echad un vistazo...




Cremosidad en estado puro :D

¡Ñam!

Dios, menos mal que me salieron bastantes, porque es que están tan ricas. Y como se pueden congelar, pues en alguna comida familiar, o en alguna fiesta o simplemente por antojo propio, las sacas, las dejas 10 minutos fuera (en lo que se calienta el aceite) y a disfrutar!

En fin, chiquilines, espero que os haya gustado la receta y la sección literaria, aunque cada vez voy añadiendo más secciones al blog jaja pero bueno, esta cabeza da para mucho.

Siento no haber publicado en más de un mes, pero el verano...ejem...salidas, excursiones, irse de fiesta, encargos varios y un laaaaaaaargo etcétera, pues como que estoy un poco disperso.

Sorry!

Nos vemos en la próxima!

Un besote y un abrazo enorme para todos los que seguís ahí, a pesar de que publique de higos a brevas :) Sois geniales!

Muaks!

Jesús

6 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu post! Me alegra que te haya gustado mi libro, un beso gordo, Jesús!

    ResponderEliminar
  2. menudas croquetas! con esa cantidad de grasa y gelatina!! jaja Yo las hago un poco más suaves pero de todas formas tienen muy buena pinta!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaj es que es mucha cantidad de líquido, entonces...Para unas croquetas normales, el roux es de 70-80 más o menos, pero bueno, eso va a gustos jaja yo como las quería cremositas, pues hale! xD Pero muchas gracias Juanan! Un abrazo enorme!

      Eliminar
  3. Hola! Acabo de descubrir tu blog! Voy por partes, primero felicidades. Te recomiendo un escritor , quizás lo conoces, Henning Mankell, escribe novela policíaca y otros géneros. Simplemente adictivo , como tus recetas. Por último, mi experiencia haciendo donuts ha sido nefasta. Pero lo intentaré por enésima vez con tu receta!

    ResponderEliminar
  4. Holi! Primero, muchas gracias. Segundo, no, no conocía a ese escritor, pero me lo apunto! :D Y mas si es policiaca! WIIIIIIII!!! A los donuts hay que pillarles el truco. Siempre seguir las cantidades de la receta, aunque al principio esté la masa muy pegajosa, pero despues del reposo se vuelve muy elástica y no se pega. Si se pega mucho mucho mucho, ya si que pondremos un poco de harina en la superficie de trabajo, pero lo justo para que no se nos pegue. Si no, en vez de donuts tendremos rosquillos, que también están muy ricos peeeeero, no son donuts jaja Un besote enorme y suerte con los donuts!

    ResponderEliminar