miércoles, 31 de diciembre de 2014

Pues nada, como os iba diciendo, os seguiré dando la tabarra hasta que finalicen mis vacaciones, y, como último post del año que se precie, pues he estado generosa y va a ser una entrada con oferta de 2x1: 2 recetas por el precio de una entrada.

¿Os apetece?


Para la receta de esta entrada, me he basado en una de Nigella Lawson en uno de sus programas especiales de Navidad.

De verdad, por favor, no me digáis que no os entran unas ganas terribles de taparle la boca con un calcetín (usado). ¿Pero se puede ser más exagera en la vida? Vale, sí, ya dije una vez que esta mujer es más exagerada que el columpio de Heidi, pero madre mía. Cada vez que la veo mis instintos asesinos salen a la luz.

Sus recetas serán geniales y todo lo que vosotros queráis, es más, son infalibles a mi modo de ver, porque ya he hecho alguna de sus recetas y nunca, nunca, nunca fallan. Además, están muy ricas.


Que conste, que no solo me pasa con Nigella, con algún que otro cocinero o Youtuber también, pero es que ella es el summum del emperifollismo y la exageración.

Entro otros palabros que se pueden oír a lo largo de su soliloquio de recetas, escucharemos un sinfín de "lovely, beautiful, gorgeous, perfectly, heavenly delicious...", y eso es solo una pequeña parte. Pero vamos, que a lo largo de los pocos minutos que dura uno de sus vídeos es capaz de repetir cada adjetivo entre 4 y 5 veces. Y eso, le pese a quien le pese, a mi me pone de los nervioooooos! :)

Bueno, creo que ya me he metido un poquito con Doña Lawson, la dejaré un poquitín en paz hasta nueva orden.

Bueeeeeeeeeeno, vale, hasta el año que viene la dejaré tranquilita en su mundo de amorosidad y boniteces varias.


Aparte, tampoco es plan de estar todo el día metiéndome con la gente. Lo reconozco, soy de lengua fácil, y en cuanto veo algo por la calle, lo pongo a caldo en cero coma. La cosa empeora cuando voy acompañado y la persona que viene tiene la misma mente que tú, por lo que se produce un Mentis Conectis brutal, hasta que ya no nos aguantamos más y empezamos a picar :)

Es que hay cada cosa que vamos. A quien se le ocurre salir a la calle con un jersey que tiene en todo el centro (pero centro, centro, centro...), una cabeza de reno con la nariz roja, poniendo de bajo las letras de Ho! Ho! Ho!, de color verde, acompañado con una camisa que sobresale por el cuello, de color rojo, con una parka de color beige, un gorro de estos con orejeras y cordalitos, pitillos ajustados y deportivas de estas tan cuquis que se llevan ahora de Nike (falsas, por cierto...).

Vamos, un árbol de navidad andante. Solo le faltaba la estrella en la frente y apañao que iba el muchacho.

No sé que les pasa últimamente a los diseñadores, pero te ves el catálogo de Primark o de H&M, y flipas en colores. Esas camisetas con esos estampados no son normales. El caso es que luego hay gente que se lo pone, léase, el hisptérico de turno con barba.

Para gustos, los colores...


Críticas, críticas everywhere. Gomenasai!

Pero que se le va a hacer. Todos tenemos ojos, todos pensamos, y todos somos libres de opinar. O eso dicen...

La verdad que no sé por qué he puesto ese título a la entrada, si no tiene nada que ver. Bueno, sí, sí tiene que ver, porque ya sabíais que iba a publicar durante los próximos días, o estoy yo muy García Márquez, que tambien puede ser jaja

Ahora que lo pienso, creo que este será el último post del año 2014.

Sip, porque vamos, mañana no creo que piense publicar nada. Entre que ya empieza la "Operación Roscón" y que por la noche salgo, creo que voy a dedicar tooodo el santo día a dormir, sobre todo porque por la noche, me va a rentar el haber dormido jeje

En fin, ya me he enrollado como las persianas en esta entrada algo random, pero bueno jaja A veces soy más pensativo, otras mas directo y a veces...pues, hablo por hablar y salen cosas aleatorias :)

Y ya no me lío más. Vamos con la receta.

Como os he dicho, será 2x1, así que, atentos...


Christmas Chocolate Fruit Cake (para un molde de 25 cm)
  • 250 gr de arándanos secos
  • 150 gr de pasas sultanas
  • 200 gr de ciruelas pasas sin hueso
  • 50 gr de naranja confitada troceada
  • 175 gr de mantequilla
  • 175 gr de azúcar moreno
  • 175 ml de leche condensada o miel (si tenéis miel, mejor)
  • 125 ml de café fuerte
  • 2 o 3 naranjas, de las que sacaremos la ralladura y el zumo
  • 1 cucharadita de mezcla de especias (canela, jengibre, nuez moscada, clavo de olor y pimienta negra)
  • 4 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
  • 3 huevos batidos
  • 150 gr de harina
  • 75 gr de almendra molida
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 cucharadita de levadura
  • Ron, coñac o brandy, vino tinto, anís estrellado, canela, vainilla para las frutas
Como vais a ver, es una receta muuuy sencilla, y solo mancharéis una cosa nada mas para hacerla. Bueno, dos o tres a lo sumo.

Primero, en un bote amplio, ponemos los arandanos, las pasas y las ciruelas, cortadas un poco en trozos gruesos. Metemos dentro una rama de canela, un par o dos de anís estrellado, vainilla...lo que queráis para aromatizar. Cubrimos con partes iguales de ron, coñac y vino tinto. Tapamos el bote, agitamos y dejamos macerar un día o dos (yo lo tuve una semana y pico). Sigamos...

En una cacerola amplia ponemos: las frutas maceradas, con el alcohol y todo, la naranja confitada, la mantequilla, el azúcar moreno, la leche condensada o miel, el café, la ralladura de las naranjas y su zumo, la mezcla de especias y el cacao. Encendemos el fuego y calentamos hasta que esté todo integrado. Mantenemos a fuego bajo durante 10 minutos. Apagamos el fuego, tapamos y dejamos reposar 30 minutos. Esto nos servirá para infusionar todos los aromas, y además, para que sen enfríe un poco, que si no, tortilla al canto con los huevos :)


Precalentamos el horno a 150ºC.

Una vez pasado el tiempo, añadimos los huevos y mezclamos. Tamizamos la harina junto con la almendra, la levadura y el bicarbonato. Mezclamos. Forramos el molde con papel de horno y engrasamos las paredes y las enharinamos. Ponemos nuestra masa en el molde y metemos al horno durante 2 horas. Sí, habéis leído bien: 2 HORAS.

Pasado ese tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla. Desmoladamos y ya lo tenemos! Es muuuy rápido de hacer, y como tiene que estar dos horas metido en el horno, pues te despreocupas un poquito y listo :)

Es contundente, muy, muy húmedo, con mucha fruta y un gran sabor a licor, café, chocolate y frutas varias, lo que le da un toque muy especial para estas fechas.

Y ya que estamos, para acompañar a un trocito de esta tarta, ¿os apetece unos de estos?


¿Apetece, verdad?

Pues vamos a ello!

White Hot Chocolate
Para la mezcla base:
  • 250 gr de chocolate blanco frío
  • 60 gr de azúcar
Para el chocolate caliente:
  • 3 cucharadas de la mezcla base
  • 250 ml de leche entera
  • Nata montada
  • Vainilla, canela, anís...
  • Nubes, galletas trituradas, oreos...
En un robot de cocina o en una batidora de vaso, ponemos el chocolate con el azúcar y trituramos a velocidad alta. Tiene que quedar una textura como de arena. ¡Y ya lo tenemos! Sencillo no, lo siguiente. Para conservarlo, lo guardamos en un bote hermético, y puede conservarse durante muuucho tiempo. Pero ya os digo que se acabará en seguida :)

Para hacer el chocolate, calentamos la leche al fuego o al micro hasta que hierva...


Añadimos las cucharadas de la mezcla base...


Removemos bien...


Y por último, le ponemos un generoso copete de nata...


Y decoramos con nubes de colorinchis (los botes y las mini nubes son de Tiger, que os veo venir ;) )...


Esta es una de las versiones, pero ¿que tal un chocolate blanco calentito con un toque de canela y galletas? Ñam!

Para ello, ponemos primero la mezcla base (3 cucharadas) en el fondo junto con un poquito de canela (al gusto)...


Añadimos la leche hirviendo y removemos bien...


Añadimos las galletas machacadas en trozos grandes. Yo usé este juguetito que me cayó en Navidad jejejej


Por último, culminamos con otro generoso copete de nata y espolvoreamos con la galleta triturada. Et voilá! Ya lo tenemos! A disfrutar!


Están suuuuuuuuuuuuuper buenos y merece completamente la pena hacerlos. Además, con la contundencia del bizcocho y la dulzura del chocolate calentito, la mezcla es maravillosa. ¡BRUTAL!


El chocolate se puede hacer tambien con chocolate negro y leche, solo que hay que cambiar las proporciones de azúcar, aunque va un poco a gustos. Para el negro, serían 90 de azúcar, y para el con leche 70 gr son suficientes. Pero lo dicho, a gustos :)

Si queréis, la leche la podéis aromatizar con lo que queráis a la hora de hervirla: con limón, naranja, canela, vainilla, café...no hay límites. Por ejemplo: chocolate blanco y limón, un moka calentito, un especiado de naranja, o de menta....Dios, ¡que ganas de hacerme uno ya!

Pues nada, espero que os haya gustado esta nueva receta.

Aprovecho, como final de la entrada, para felicitaros a todos el Año Nuevo y que paséis una felices fiestas (o lo que queda de ellas), en compañía de amigos, familiares, mascotas, con quién más queráis, que estas fechas se tienen que pasar así, en familia :)

También quería agradeceros este año que me habéis brindado en la blogosfera. Un año lleno de ilusión, de nuevos retos, y de cambios, muchos cambios. Gracias a todos de corazón.

Un besote enorme!

¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO 2015! ¡NOS VEMOS EL AÑO QUE VIENE!

Muaks!

Jesús

sábado, 20 de diciembre de 2014

Ey! Quietos paraos aquí tó er mundo eh? No se me descontrolen, que no os asuste el título de la entrada, que no pasa absolutamente nada. Bueno sí, sí pasa: que no tengo ni santa idea de qué escribiros ahora.

Tanta imaginación on fire que me viene de ve en cuando y altas horas de la madrugada, pues se ve que ha decidido irse al garete por unos días...o semanas...¿meses? No sé, el caso es que no se me ocurre nada de nada.

Ni anécdotas...

Ni historietas rarunas...

Ni desastres personales...

Ni opin...bueno, opiniones tengo varias y diversas, pero tampoco es plan de aburriros y de amargaros el poco rato que estáis aquí...

¿O sí?...

Jummmmm...


¡HASTA EL MISMÍSIMO GORRO DE LAS NAVIDADES!

Dios mío de mi vida y de mi corazón, apenas llevo un día con las vacaciones escolares y el aburrimiento no puede ser peor. De pasar de estar todo el santo día metido en una cocina, moviéndome de aquí para allá, haciendo cosas que bueno, por lo menos me entretienen un buen rato, ver a los compis, estar de cachondeo con los profes y toda esa gresca estudiantil, a pasar a estar en casa más solo que la una, sin ver absolutamente a nadie, sin hacer nada, porque tu madre no te deja, que la pobre está a dieta y vamos, como vea un solo dulce en casa, me revienta la cara de un soplamocos épico epiquísimo.

Que conste, que el panettone se realizó antes de que ella empezara con la dieta. Craso error, mamá. Lo siento mucho pero es así. Ella que está intentando adelgazar, y mi padre que quiere que engorde porque estoy "hecho un fideo" (jovar, peso 70 kg y mido 1'87. Estoy normal...digo yo), pues nada, el panettone sale a repartir.

Y las Navidades están cerca, muuuuy cerca. Faltan días, nada más, ¿y eso que significa? C-O-M-I-D-A.


Mamá, lo siento mucho, lo siento en el alma, pero la dieta no te va a funcionar a estas alturas de las fiestas. Ya si eso, ponte después.

Porque esto no va a acabar aquí. Hasta el día 8 de enero, día en el que finalizan las vacaciones escolares, voy a estar dando por saco en el blog hasta límites insospechados. ¿Os acordáis de cuando hice la Semana Sanvalentiniana? Pues igualito, igualito pero con Navidad.

Sus vais a....eso.

Dicen que si no puedes con el enemigo, únete a él. Así que, por una vez en el año, el espíritu de la Navidad entrará en mi cuerpo y me poseerá durante un par de días. Cosa navideña que vea y que me guste, cosa que haré.

Paso de estar todas las navidades aburrido, metido en casa y sin salir, y mucho menos sin cocinar. bueno vale, salir saldré cuando haya quedado y lo vea pertinente. Además, haré algo de ejercicio, que si no, acabo siendo yo el sustituto de Papá Noel y no, me niego en rotundo.


Hablando de Papá Noel, ¿habéis sido buenos este años? Porque he hablado con él y vamos, está que trina el pobre viejo. Y si no me creéis, mirad lo que me ha pasado, y esto es solo una parte de su enoooooorme lista, así que si no veis vuestro nombre, no os preocupéis, que seguro que éstais metidos en el mismo saco ;)


Qué habréis hecho para estar en esta pobre lista. Madre de dios, no quiero ni pensarlo.

Al menos, yo no estoy incluido, menos mal. Así que, regalitos para mí.

Y hablando de regalos, creo que no existe mayor quebradero de cabeza que este: "¿Qué puedo regalarle a fulanito de tal?". Apuf, ya se ha abierto la veda. Teniendo en cuenta que cada vez los susodichos regalos son cada vez más caros, y que ahora casi siempre suelen estar en mayor parte relacionados con la tecnología y los microchips, vamos, que se me quitan las ganas de comprar cosas.

Decidido, este año, intentaré regalar cosas hechas con estas manitas, con amor y cariño. Vale, no todas, a lo mejor caerá algo comprado, eso está claro, pero ya tengo varias ideas en mente para regalar.

Lo malo de todo esto, es que ese regalo, hecho o comprado, me es indiferente, pueda gustar o no a la persona elegida. Si le gusta, peeeeeeerfecto. Si no le gusta, engorro máximo. Porque claro, si es algo casero, pues como que siempre ponen esa cara de "Ay que mono que eres, pero va a ser que no, aún así me lo quedo por no hacerte el feo". Y si es comprado "Ay que mono que eres, pero en cuanto te des la vuelta lo cambio".

Pues genial, oye.


Aún así, el hacer los regalos de forma artesanal, pues como que a lo mejor me mantiene algo ocupado, y así me distraigo un rato, que más me vale. Entre que la novia no esta en Madrid, que los amigos tienen planes por ahí, entre los cuales pues en algunos me incluyo yo, pero no salgo todos los días, el aburrimiento extremo y mi madre que no me deja hacer nada, tenemos un cóctel de aburrimiento explosivo.

Y ahí, entonces sí que si, imaginación on fire, y no me apetece deprimirme en las Navidades, que si no, jodo la marrana a todo quisqui.


Pues oye, como que al final os he liado aquí hablando y enrollándome como las persianas y ha salido algo. No tiene ni pies ni cabeza, lo reconozco, pero algo ha salido jaja

Y ahora vamos con la receta, que es larga de narices.

En principio es algo facilito, pero para hacer el panettone, tenéis que tener en cuenta que se tarda máximo tres días en hacerlo. El prefermento, la primera masa, la segunda masa y el levado final, que es el que más tiempo llevar.

Al llevar una cantidad tan pequeña de levadura, he aquí su retardo, pero el aroma que coge de tardar tanto en levar es genialoso.

Sin más dilación, vamos con la receta. La saqué del blog Zampi's Club, de mi querida amiga Puri ;) Allí ella tiene un estupendo post con fotos paso a paso, por si os queda alguna duda, pero yo, lo voy a poner también por aquí, que me hace mucha ilu.

En fin, empecemos!


Panettone (para 3 de 600 gr aprox)
Para el prefermento:
  • 110 gr de leche entera
  • 110 gr de harina de fuerza
  • 6 gr de levadura fresca o 2 gr de liofilizada
Para la primera masa:
  • El prefermento
  • 4 huevos
  • 2 yemas
  • 550 gr de harina de fuerza
  • 130 gr de azúcar
  • 140 gr de mantequilla punto pomada
  • 2 cucharadas de ron
Para la segunda masa:
  • La primera masa
  • 270 gr de harina de fuerza
  • 3 huevos
  • 3 yemas
  • 75 gr de azúcar
  • 140 gr de mantequilla punto pomada
  • 1 pizca de sal
  • 10 gr de miel
  • 1 vaina de vainilla
  • Naranja confitada, chocolate, arándanos, pasas...lo que queráis meterle dentro. O sin nada ;)
Como veis, es larga la lista de ingrediente. Así que, al lío.


Primero, preparamos el prefermento la noche anterior. En un tupper o un recipiente con cierre hermético, ponemos la leche y disolvemos la levadura. Añadimos la harina y mezclamos bien. Dejamos reposar toda la noche a temperatura ambiente hasta el siguiente día.


Como veis, creció bastante. Sigamos...

Todos los pasos se pueden hacer a mano o con amasadora. Yo usé la amasadora por comodidad, pero si no podéis, a manita, y así cuando os lo comáis, no os sentiréis tan culpables.

Para hacer la primera masa, ponemos en nuestro bol los huevos, las yemas, el ron, el ázucar y los batimos un poco. Añadimos el resto de ingredientes menos la mantequilla, y comenzamos a amasar. Cuando la masa se haya unido casi en su totalidad, añadimos la mantequilla de a pocos, integrando bien en cada adición. Amasamos hasta que sea una masa lisa y un poco pegajosa.

Una vez hecha, la pondremos en un cuenco untado en aceite y la dejaremos levar hasta que doble su volumen, aproximadamente unas 2-3 horas.


Pasado ese tiempo, seguimos con la segunda masa.

En el bol, ponemos los huevos, las yemas, la miel, la vainilla, de la que habremos sacado las semillas, y el azúcar. Batimos bien. Añadimos la harina y mezclamos. Nos quedará una pasta bastante consistente. Cuando la tengamos, añadimos la primera masa y comenzamos a amasar, a mano o con la amasadora. 

Para saber el punto exacto de la masa, haremos la prueba del gluten. Para ello, cogemos un trozo de masa y lo estiramos, Si se forma como una sábana semi transparente y que no se rompe, está listo. Si se rompe fácilmente, amasaremos algo más.

A mi me tardo unos 10-12 minutos en la amasadora a velocidad media. Si lo hacéis a mano, tardará algo más. El mejor método es utilizar el amasado francés. Os dejo este vídeo de El Panadero Casero para que veais como es y que no tiene ninguna complicación :)


Una vez tengamos una masa lisa y elástica, muuuuy elástica, dividimos la masa en tres partes. Yo solo tenía estos moldes de 500 gr, así que los hice de 650-700 gr cada uno. Para el relleno, usé en uno chocolate, en otro arándanos deshidratados y en el último, naranja confitada casera. Para ello, extendemos cada trozo de masa en un rectángulo, ponemos el relleno deseado e integramos en la masa. Le damos forma de bola y lo ponemos en el molde. Y así con los demás trozos.

Una vez hecho, pintamos con un poco de huevo batido por encima y los decoramos con azúcar perlado. Si no tenéis, no pasa absolutamente nada, pero quedaron taaaaaaaaaaan monosos. Tapamos con film y los llevamos a la nevera durante 24 horas. Tienen que crecer hasta casi el borde del molde. Si pasadas esas 24 horas aún no ha llegado (que fue lo que me pasó), los ponemos en la habitación más calentita posible hasta que crezcan. Yo los puse en la cocina con un calefactor y en 2 horas o así crecieron.

En ese último levado, precalentamos el horno a 180ºC con la bandeja del horno en la parte baja. Una vez estén completamente levados los panettoni, que es el plural de panettone, los llevamos al horno. Para que os hagáis una idea, por si queréis cambiar el tamaño de los panettoni, tenéis esta lista de tiempos:
  • Panettone de 500gr:         De 35 a 40 minutos de cocción
  • Panettone de 750 gr:        De 45 a 50 minutos de cocción
  • Panettone de 1 kg:           De 50 a 60 minutos de cocción 
Yo los tuve unos 50 minutos más o menos. Pasado ese tiempo, sacamos del horno y he aquí el problemilla de esos rebeldes: el enfriado. Si los dejamos enfriar tal cual, se colapsarán cual soufflé. Para evitar eso, insertamos unos palillos de brocheta atravesando el panettone, y lo dejamos enfriar boca abajo, talque así...


La foto no es muy buena, pero os hacéis una idea de los malabarismos que hay que hacer jaja Dejamos enfriar durante toda la noche.

Y ya lo tenemos listo!


Mirad que miga, que esponjosidad, que, que, que de todo! Este era el de arándanos, y digo ERA porque ya no hay nada. Para consumirlo, os recomiendo que lo metáis al microondas un par de segundillos, 15-20 segundos más o menos, y ya podéis empezar a flipar en colores.

Está de vicio!

Para ser la primera vez que lo hago, me ha salido bastante decente :)




Pues nada, espero que os haya gustado esta nueva entrada. Ya os daré el coñazo a lo largo de la semana y hasta que finalicen mis vacas jeje

Un besote enorme y muchísimas gracias por estar ahí! Sois geniales!

Muaks!

Jesús

martes, 11 de noviembre de 2014

Últimamente no duermo. Y con últimamente quiero decir las últimas tres semanas. Llego de clase, ceno, estoy un rato con el portátil, y me voy a la cama. Para intentar relajarme, siempre me pongo algo de música, lenta, relajante, lo normal para conciliar el sueño. Pues bien, si me voy a la cama a las 12, hasta las 4 no consigo dormirme.

¿La culpa? Mi cabeza y mi imaginación.

Espero no ser el único al que le pase pero, no os ha pasado que en algunas canciones, por no decir en todas, que os empezáis a crear historias o cosas que os gustaría que pasaran o cosas que os gustaría cambiar, y automáticamente, cuando sale esa canción, la empezáis a recordar una y otra vez. ¿Sí? ¿No? Pues yo si.

¿El problema? Pues que cuando intentas quedarte dormido con esa música relajante pero cuando sale la canción empiezas a recrear la historia, pues...como que es difícil quedarse dormido. Le das vueltas a las cosas, cambias esa historia una y mil veces, y mi cabeza no para de trabajar, y trabajar y nada, que es imposible, hasta que por pura inercia, pues acabo quedándome frito.


Si soy al único que le pasa: ¡SOY ESPECIAL! Si no, bienvenidos al fascinante mundo del insomnio y las ralladas mentales transitorias. Y no penséis que es solo la música, ojo, porque el mundo de los sueños, con eso ya flipais en colores sin haber tomado nada.

Hay días en los que recuerdo con total exactitud todos los sueños que he tenido a lo largo de la noche, que casualmente suelen ser en los que hablo por las noches cual sonámbulo. Mi hermana, la pobre, santa paciencia la suya con mis desvaríos nocturnos. Si no la pongo verde, me creo que se me ha perdido una bola del bingo (caso real), o que estoy hasta arriba de pedido y mando a la persona que me lo ha encargado a freír espárragos. O (esto es lo más gracioso de todo) simplemente, me pongo a gritar, o a hablar fuerte, o a reír.

Sí, señoras y señores, si quieren pasar una divertida y apasionante noche conmigo, duerman en la misma habitación. Diversión asegurada.

El caso, que luego a esos sueños intentas buscarles alguna razón de ser, y joder, es más complicado que hacer ganchillo a la luz de las velas, no me jodas. Luego están esos que por obra y gracia del espíritu santo, tienen sentido o les encuentras el sentido después de rebanarte los sesos.

O lo mejor de todo lo habido y por haber: los déjà vu.


Más de una vez he tenido déjà vu's y me he sentido la persona más tonta del mundo. Ese momento en el que tu cerebro hace clic y dices "Esto ya lo he visto antes" pero no recuerdas absolutamente nada hasta que ya lo tienes delante. De verdad, yo me siento la persona más tonta del mundo. Aunque, mirándolo desde un punto de vista lógico, eso nos permitiría adelantarnos a esos acontecimientos, por lo que eso que hemos soñado, no pasaría, y si no llegara a pasar, a lo mejor desencadena un efecto mariposa bestial que acaba en otra cosa algún peor.

Cerebro, a veces me sorprende lo inteligente y lo estúpido que llegas a ser. A ver por qué leches no puedes soñar con el futuro y acordarte.

Bueno, mejor no. Con un Sandro Rey ya nos sobra y nos basta.

Luego ya está el summum de todo esto, que es cuando juntas la música o los sueños, osease, esas historias que te imaginas escuchando música, empiezan a interferir en tus sueños y se arma la de dios. O por ejemplo, que se te empiezan a meter caras conocidas sin ton ni son en las que tu mayor incógnita es: "¿¡Pero tú qué coño haces ahí?!" Todo esto tendrá alguna razón de ser, digo yo, pero la rallada es máxima.

Al menos, yo, me como el tarro cada dos por tres.


Por último y para acabar este soliloquio tan interesante que os acabáis de tragar como lectores benditos que sois (el de arriba os lo pague con una buena novia, novio, lo que queráis), me queda un último punto: los libros.

Ya que estamos, si cuela, cuela. Y si os aburro, pasad a la receta, que estará después de la siguiente foto.

El mundo de los libros es fascinante. Haya peli o no después del libro, tu te montas tu propia película, te imaginas las cosas como te da la realísima gana y piensas que tu podrías ser el prota de ese libro.

Te puede pasar varias cosas con un libro: que ojalá (en algunos casos, no en todos), te pasara lo que pasa en ese libro, que después de leerte el libro el final sea un truño y lo quieras cambiar, que te de miedo el libro y los dejes a la mitad por tener demasiada tensión, o que se despierte tu imaginación interior y empieces a despotricar cuando te vayas a la cama.

Libros que me han perturbado mi sueño: Harry Potter (todos y en especial los últimos), Jurassic Park, La mano del Diablo, La llave del destino y ahora los últimos que me estoy leyendo, La Biblia de los Caídos. Eso de que aparezcan mortífagos, cuervos sacando los ojos a niños, el diablo personificado intentando matarte y cosas varias, no mola. Dicho lo cual, me provoca un insomnio de la releche porque cada vez que cierro los ojos, veo esas imágenes una y otra vez.

Ya me dirás tu cómo se duerme un experimento de adulto con semejante cosas en mente.

¿Solución? Valium, té de cannabis y melissa y ya que estamos, un porro y sartenazo en la cabeza. Why not?


Y ya paro. Sí, la imaginación no tiene límites y a veces nos juega muy malas pasadas, viendo cosas donde nos la hay, expresándose de forma involuntaria cuando en realidad tenemos ganas de decir o de hacer esas cosas estando despiertos o simplemente, le gusta complicarse la vida con problemas sin sentido, porque como somos tan así, pues ale, vamos a divertirnos un rato.

En fin, santa paciencia que tenéis por leer todo esto, pero oye, uno que tienes momentos de lucidez mental y que sale solo. Si habéis llegado hasta aquí, merecéis un monumento, y si no, también ;)

Y ahora, lo que toca, vamos con la receta.

En uno de esos momentos de lucidez mental, se me ocurrió hacer un pan que fuese integral pero que a la vez esté rico, y como en clase nos enseñas varias cosillas relacionadas con el pan, pues oye, imaginación al poder y que sea lo que dios quiera.

Es un pan sin masa madre, con una fermentación lenta y una hidratación del 50-55%, por lo que es un pan con una miga contundente, ideal para tostadas o para comer tal cual, o con un chorrito de aceite, tomatito, jamón serrano. Ains, que hambre...

Pues nada, empecemos.


Pan de Centeno, Romero y Semillas de Amapola
  • 600 gr de harina blanca de fuerza
  • 200 gr de harina de trigo floja
  • 300 gr de harina de centeno integral (yo la compro en El Amasadero)
  • 450 ml de agua templada
  • 100 ml de aceite de oliva
  • 20 gr de sal
  • 25 gr de levadura fresca o 13 gr de liofilizada
  • 2 cucharadas de semillas de amapola
  • 1 cucharadita de romero seco
Primero, disolvemos la levadura en el agua templada.
En un bol o en el bol de la amasadora, ponemos todos los ingredientes menos el agua con levadura. Mezclamos bien. Añadimos el agua y comenzamos a amasar. Si lo hacemos con amasadora, serán unos 15-20 minutos de amasado. Si es a mano, amasamos 5 minutos, reposamos 2 minutos. Haremos esto 5 veces, teniendo un amasado total de 25 minutos y un reposo de 10.
Un vez amasado, untamos un bol con aceite, boleamos la masa y ponemos en el bol, tapada con film. Llevaremos a la nevera 24 horas o durante toda la noche.

Al día siguiente, precalentamos el horno a 180-190ºC.
Sacamos la masa del bol, quitamos el aire a la masa y la cortamos en tres porciones iguales. Untamos un molde rectangular de unos 30 cm de largo con aceite y ponemos nuestras tres pelotas de masa dentro. Pintamos la superficie con aceite de oliva y espolvoreamos por encima pipas, semillas de amapola, romero, nueces, lo que queráis. 
Tapamos con film y dejamos levar hasta que doble su volumen. Dependiendo de la temperatura que haya, tardará más o menos. Yo lo que hago, para que leve antes y como la masa está algo fría, meto en la cocina un calefactor y ale, a crecer. Creo que este en 40-50 minutos estuvo si no recuerdo mal.

Una vez levado, tapamos por encima con papel de aluminio sin hacer presión y metemos al horno por 40 minutos. Quitamos el aluminio y dejamos dorar por encima unos 5 minutos. Sacamos el pan del molde y lo volvemos a meter para que dore la parte que ha estado en contacto con el molde, unos 10 minutos, hasta que dore. 
Dejamos enfriar y a disfrutar.


Como veis, es un pan sin grandes complicaciones y altamente personalizable. Siguiendo la receta base podéis añadirle lo que queráis: pasas, nueces, arándanos, pipas de calabaza, de girasol, frutas deshidratadas o escarchadas. 

En definitiva, una receta, muchas variantes.

Si no encontráis harina de centeno, podéis sustituirla perfectamente por harina integral. No quedará igual de sabor pero estará igualmente rico.

La miga que tiene es muy parecida a la de un pan de molde, solo que algo más densa y húmeda. Como os he dicho, en tostadas está buenísimos, ya sea con dulce o salado.







En fin, espero que os haya gustado esta receta sacada de un momento de lucidez mental, que para inventármela en un rato que tuve, pues oye, no ha salido mal la cosa.

Ya va siendo hora de que toque algo dulce, ¿no?

A ver si me aplico y busco algo rico, rico, que como ahora es temporada de calabaza, algo se me ocurrirá.

Pues nada, nos vemos en la próxima entrada!


Un besote enorme a todos y gracias por estar ahí y por leerme y aguantarme!

Sois geniales!

Muaks!

Jesús

jueves, 30 de octubre de 2014

Dios, apenas quedan dos días para Halloween y yo con estos pelos. ¡No me da tiempo a nada! De casa a clase, de clase a casa, y como dice mi profe de cocina "Sabemos cuando entramos pero no cuando salimos".

Pues eso.

Que yo entro a clase a las 14:30, pero la hora de salida es indefinida. ¡Olé! El llegar a casa la mayoría de los días a las 23:30 de la noche, no es bien.

¡Necesito días más largos, por favoooooooooooor! O días más largos, o menos curro en clase porque joder, (sí, un taco, y a partir de ahora puede que haya más, pero con autocontrol, no vaya a ser que se me ponga una imagen que no tengo...¿o sí? No sé, ya veré...que me lío), es que no es normal.

Vale, sí, estamos aprendiendo nuestro futuro trabajo y nos tenemos que acostumbrar a ese tipo de horarios y tal y cual y pascual, pero leches, un poquito de control, que en el horario está estipulado salir a las 22:30 -.-"


Es por eso que necesito días de 36 horas. Bueno, puede que menos, pero algo más de tiempo no me vendría mal, la verdad. Tengo unas ojeras que vamos, este año no me va a hacer falta maquillaje de Halloween, los pies me duelen un montón y tengo las espalda con más nudos que un amarre marinero.

En resumen, no valgo ni para caldo :)

Siento mucho si os dejo en un segundo plano constantemente, pero prefiero centrarme más en los estudios. Aún así, intentaré subir recetas de forma periódica o cuando pueda.

Como veis, he estrenado sección. La he llamado "Salty Side", aunque ya lo visteis en las pestañas de arriba, porque oye, no solo de dulces se puede vivir, y la cocina salada no se me da muy mal que digamos.

Y para no montar mucho esperpento con esta sección, pues he empezado por algo sencillito. Una hamburguesa. Bueno, quien dice sencillito, dice un pelín elaborado, pero bueno, merece la pena :)


En principio quería una hamburguesa normal, pero viendo que se acercaba Halloween, pues ¿qué mejor que darle una vuelta de tuerca al asunto?

Mi cabeza empezó a maquinar y a tergiversar todo lo relacionado con las hamburguesas.

Pan blanco: Descartado.

Lechuga verde tipo romana: Descartada.

Ketchup artificial: Descartado completamente.

Hamburguesa realizada con los colores de Halloween: ¡APROBADO!

¡Cling! ¡BINGO!

Queso cheddar, lechuga morada, pan de color negro, y ketchup bien rojo y sangriento. ¡Perfecto!


La verdad, no sé de dónde saqué el tiempo para hacer esto, pero lo hice. Se me juntaron quedadas con amigos, reuniones familiares y problemilas varios. Pero bueno, aquí la tenéis.

Y como me vuelvo a enrollar otra vez, empecemos con la receta, y, como toda hamburguesa, vamos a empezar por lo primero: el pan.

He elegido un pan tipo brioche, porque como lleva un montón de cosas, y bastante salsita, mejor un pan algo contundente, a uno que se deshaga al primer bocado.

¡EMPECEMOS!


Halloween Boorger!
Para los panecillos (6 unidades):
  • 500 gr de harina de fuerza
  • 20 gr de levadura fresca
  • 10 gr de sal
  • 25 gr de azúcar
  • 200 ml de agua tibia
  • 75 ml de leche
  • 1 huevo
  • 30 gr de mantequilla en pomada
  • 1 huevo con un poco de agua para pintar
Si tenemos amasadora, perfecto, y si no, pues a mano, que ahora que se acerca la Navidad y nos vamos a poner algo "frondosos", a machacarnos el brazo amasando un poco :)
Primero, disolvemos la levadura en la leche, que si está también algo tibia, mejor. Ponemos todos los ingredientes en el bol de la amasadora y empezamos a amasar. Cuando esté todo integrado, añadimos la mantequilla de a pocos. Amasamos 10 minutos, hasta que tengamos una masa elástica y algo pegajosa. Añadimos el colorante negro y amasamos hasta integrar.

Sacamos la masa del bol, hacemos una bola y la ponemos en un bol con algo de aceite. Tapamos con film y dejamos levar 1 hora o hasta que doble su volumen.

Pasado ese tiempo, sacamos la masa y cortamos porciones de unos 180-190 gramos. Boleamos las piezas y las ponemos en una bandeja engrasada o con papel de horno. Tapamos con filme y dejamos levar otros 30 minutos o hasta que doblen su volumen.

Mientras crecen, precalentamos el horno a 200ºC. Cuando hayan levado y el horno esté caliente, pintamos los panecillos con el huevo batido y los metemos al horno unos 12-15 minutos. Para comprobar que estén hechos, golpeamos el culo del pan, y si suena hueco, están listo. Dejamos enfriar.

Los panecillos se pueden hacer el mismo día o el día anterior sin problema. Si se hacen el día anterior, es mejor conservarlos envueltos en film individualmente o en una bolsa de plástico.


Sigamos con la hamburguesa: la carne.

Necesitamos:
  • 800 gr de carne de vacuno
  • 1/2 cebolla picada
  • 1 diente de ajo picado
  • 1 cucharadita de perejil seco
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra en polvo
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de salsa Perrins
  • Sal
En un bol, ponemos todos los ingredientes y mezclamos hasta tener una masa homogénea. Formamos las hamburguesas, de 150-200 gr. Reservamos en la nevera hasta que vayamos a utilizarlas.

Si queréis, también se pueden congelar, al igual que los panecillos, y cuando os de un capricho, pues hamburguesas listas :)

¡Sigamos! 


Para el ketchup casero:
  • 4 tomates maduros o 300 gr de tomate triturado
  • 1/2 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de orégano
  • 1 cucharadita de perejil
  • 1 cucharadita de pimentón picante
  • 1/2 cucharadita de pimienta en polvo
  • 1 cucharadita de azúcar (para la acidez)
  • Sal al gusto
En una sartén al fuego, ponemos la cebolla picadita y el ajo también picadito con un poco de aceite de oliva. Rehogamos todo bien, hasta que la cebolla esté bien pochada. Añadimos los tomates, triturado o troceado. Yo usé tomate normal y lo trituré simplemente. Creo que le da mejor sabor el tomate natural, pero eso ya va a gusto y comodidad :) Añadimos también las especias, salamos un poco y añadimos el azúcar. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y dejamos cocinar unos 15-20 minutos.

Pasado ese tiempo, trituramos todo bien, bien triturado. Como se queda con un color algo paliducho, podemos ponerle algo de colorante rojo y una pizquita, una mijita de nada, de negro, para que sea un pelín más oscuro. Rectificamos de sal, ponemos en un recipiente o en un bote y dejamos enfriar.

¡Seguimos!


Ya solo nos queda una cosa: el montaje. 

Necesitamos:
  • Lechuga Lollo Rosso
  • Bacon hecho a la plancha
  • Queso Cheddar
  • Tomate
  • Cebolla caramelizada
  • Salsa de mostaza y miel
Cogemos un panecillo, lo abrimos por la mitad y lo tostamos un poco en la sartén.
Para el montaje, ponemos: la mitad del panecillo (el culo), un par de hojas de lechuga, el bacon, la carne, el queso cheddar (si sois queseros, ponerle bien), el tomate, la cebolla caramelizada, nuestro ketchup casero, la salsa de mostaza y miel, y por último, la otra parte del panecillo.

¡Y ya la tenemos!

Para acompañar, podemos hacer unas patatas fritas y finiquitado el asunto :)

¿Queréis ver el corte? Vamos a empezar a salivar un poco, anda...



¿Veis la miga? ¿Veis el relleno? In generalis, ¿veis? u os ha dado un síncope. En fin, voy llamando a Urgencias que os va a hacer falta.

Es una hamburguesa bien contundente. El pan tiene miga, no se deshace, tiene un bocado rico, rico. Vamos, un pecado capital de hamburguesa :)


En fin, chicuelos y chicuelas, sé que no son horas de publicar y de andar por aqui, pero oye, cada uno saca su tiempo de donde puede, y yo los únicos ratitos libres que tengo son por las noches. Las mañanas, a tiempo completo a clase, y el resto del día...mejor ni os cuento ;)

En fin, espero que os guste la receta. Habrá, como mínimo, una receta salada al mes, o es intentaré. Así que queda oficialmente inaugirado el "Salty Side" del blog!

Un besote enorme, un abrazo inmenso y gracias por estar ahí!

Muaks!

Jesús