martes, 28 de julio de 2015

El caloret faller...Y El Pan de Molde Ultraesponjoso

2 comentarios:
 
Calor...

Mucho...

Calor...

Y no terminará nunca...

Cruzas el patio para ir a la cocina (sí, lo que oís), y es el mismísimo desierto del Sahara pero en los madriles...

Abres la ventana de la cocina para que se airee, porque no tengo aire acondicionado, y eso es un asfixiadero como la copa de un chopo...

Abres la puerta del horno para meter o sacar lo que acabo de hacer y...


"Bienvenido a Mordor, chato. Te vas a cagar con la solanera que te voy a pegar en la cara, que se te van a saltar las lágrimas hasta del día de tu nacimiento, fíjate tu"

Mi horno, que es mu majo, oiga.

En serio, estamos a finales de julio ya ya hemos pasado cuatro olas de calor, a cada cual peor, y eso que aún no hemos llegado al mes clave del verano, el Sr. Agosto, que por excelencia el es que más cambios a la bartola conlleva, porque vamos, un día puedes estar a 45ºC a la sombra, y al día siguiente caerte el diluvio universal (comienzo de ferias en mi pueblo, año 2007. No recuerdo tal tromba de agua en mucho tiempo).

Que esa es otra, la estancia en el pueblo, a pasar caloret en las inmediaciones de Castilla-La Mancha, que claro, como tiene muchos sitios donde ponerse a la sombra, por eso de que es todo campo de viñas, melonares y demás. Pero bueno, esa será otra historia, hasta que llegue agosto, de aquí no me muevo, aunque me queda el canto un duro para irme.


El problema viene cuando, en plenos momento de bi-tri-cuadrapolaridad múltiple, a mi me da el venazo panarra y hago pan, para mi, para mis tíos, para el vecino del noveno que esta como un tren según fuentes cercanas, y para el que quiera. Total, con las manos ya en el barro y el horno ya caliente, que más da.

Pero te mueres, porque te mueres del caloret.

Se agradece que el pan leve con tanta facilidad, pero en mi cocina, a la hora de sacarlo del horno, solo falta una pila de agua, un cazo y un matojo de hierbas, y ya tenemos un baño turco por excelencia. Si por lo menos tuviese piscina en casa, pues ya sería otro cantar.

Madrid será muy grande, bonito, precioso, maravilloso y todo lo que vosotros queráis, pero tiene las piscinas en Mataporculo de Montes mal comunicadas. Jovar, que para darte un baño te tengas que desplazar casi 1 hora en metro y bus, pues mira, se te quitan las ganas. Todas, y absolutamente todas las piscinas municipales, están en la periferia.

Leches, señora alcaldesa, una un poco más céntrica no estaría de más, que el Estanque del Retiro es grande, sí, pero los monstruos marinos que lo habitan, como que no incitan a bañarse (además de que está prohibido y esas cosas).


El caso es que tuve una piscina en su día, bastante grandecita, de estas de plástico que encuentras ahora en cualquier gran superficie. El cuento nos duró lo que viene siendo los dos meses del verano de hace dos años. ¿La razón? Mi primo adoptó un pastor aleman. Siendo cachorro, bueno, no incordia mucho y no es lo suficientemente grande como para escaparse de un cordón de acero. Con dos años, desencajo el cordón de acero.

Atornillado a una pared.

De ladrillo prieto.

El solito.

Con lo cual, la idea de tener una piscina en el solar de mi abuelo, quedó totalmente descartada ante el riego de "oh-vaya-esto-es-una-enorme-pelota-azul-asi-que-quiero-morderla-para-jugar". Imaginaros lo que podría pasar :D

Al menos el consuelo que me queda es que las piscinas de los pueblos son bastante económicas y siempre hacen algún bono especial o similar, para que vayas unas cuantas veces sin pagar de más, lo cual, oye, es un detalle bastante chachi. Si no, prefiero cocerme en Madrid bien a gusto saliendo con mis amiwis de marcha por ahí, que encerrado en la casita del pueblito bueno con un calor manchego de tres pares de...melones.

¿Os acordáis del pueblito bueno, no? Y si no, os dejo AQUÍ una breve descripción de él, con una receta que seguro a más de uno encantará y que en cuanto pueda, repetiré para estos días de calor :)


Lo bueno del pueblito bueno, es que mis papis y mi hermana, se van una semanita de vacaciones a la playa, con lo cual, me quedo solo en la casa del pueblo, con el aire acondicionado, habitaciones grandes, sin salir, sin amigos, con un internet deleznable, MUERTO DEL ASCO... Bueno, podré cocinar todo lo que me de la gana y animar un poco el blog (esperemos), o yéndome a la piscina cuando quiera, acostándome a las tantas, viendo pelis, jugando al LoL. Bueno, si no sabéis que es el LoL. no os moléstéis. Si lo sabéis, por favor, dejadme vuestro nombre en los comentarios y juguemos. Lo sé, soy un friki por excelencia peeeeeero...


El verano pasado ya sabéis que me dio por pensar, y mucho, y fue cuando decidí dar la vuelta de tuerca al blog. Por lo que parece a lo largo del año, ha tenido bastante buena aceptación entre vosotros, y os lo agradezco, porque estaba muy ilusionado. No subo tantas cosas como debería, y os pido disculpas, pero uno hace lo que puede :)

En fin, que espero que espero que en esa semana de soledad transitoria, a mi coco loco no le de por ponerse a pensar en el sentido de la vida y el universo, porque vamos, ya era lo que me faltaba para colmar este año taaaaaaaan maravilloso y sinsentido que he tenido, porque ha pasado de todo, y como me ponga a pensar, la hemos jodido, Paco.



El caso, que nos desviamos del tema, para variar. Que se agradece que el pan leve tan rápido con el calor. Este que veis en las fotos, lo hice un día en el que llovió un poquini, por lo que entre en calor ambiental y la humedad que se generó, microclima panarra ideal, oiga. Eso sí, tuve que hacer algunos ajustes de levadura para que el pan no subiera con tanta rapidez y llevara su ritmo, que luego no sabe ni sale igual. Ciencia panarra :D

Al final, caloret incluido, el pan levó el tiempo que justamente ponía en la receta, y en el resultado final, se nota. Mirad que miga más precios, bonita, maravillosa, esponjosa, como una nube que dan ganas de achuchar, tiene...


Así que, sin mas deteniemiento, que con el calor que está haciendo os amodorráis :)

Esta receta está divida en dos fases. un prefermento general, que es lo que nos dará esponjosidad y una miga estupenda a la masa final, y una masa secundiaria, que será nuestra masa final y que podremos personalizar con lo que queramos, pero así, solo, sin más, está taaaan rico, que madre mía. ¡Tenéis que probarlo!

Con esta receta salen dos panes medianos, como los de la foto, o un pan grande, de tamaño como los que venden en el supermercado :) No intentéis dividir la receta entre dos, que es un engorro. Es un pan que puede congelarse perfectamente y que, una vez descongelado o tostado, vuelve a recuperar sus propiedades de nube celestial.

¡Al lío!



Pan de Molde Ultraesponjoso (Milky Bread)
Primera masa (prefermento):
  • 600 gr de harina fuerte (mínimo 12% de proteína)
  • 42 gr de clara de huevo
  • 15 gr de levadura fresca de panadero o 3 gr de levadura seca de panadero (no Royal!)
  • 170 gr de nata 35% M.G.
  • 190 gr de lecche entera (sí o sí)
  • 12 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 cucharadas de miel
Segunda masa:
  • El prefermento
  • 8 gr de sal
  • 90 gr de azúcar
  • 50 gr de clara de huevo
  • 40 gr de nata 35% M.G.
  • 12 gr de mantequilla a temperatura ambiente
Glaseado:
  • 80 gr de mantequilla
  • una pizca de sal
Para el prefermento, vamos a calentar la leche con la nata en al microondas hasta que llegue a una temperatura de unos 45-50ºC (en Murcia se llega muy fácil, ¿verdad? jiji). Pasamos todos los ingredientes a un bol o al bol de la amasadora y comenzamos a amasar. Tenemos que obtener una masa fina y muy blandita. Amasaremos durante 10 minutos a velocidad media. Ahora tenemos dos opciones: o dejamos la masa reposar en la nevera hasta el día siguiente, unas 18 horas, o la dejamos, tapada con un paño húmedo de una a dos horas hasta que doble el volumen. Up to you :) Yo hice la segunda opción. Total, levan a la velocidad del rayo.

Una vez haya doblado, le quitamos el aire, y cortamos la masa en trozos pequeños, como si hiciésemos un monkey bread. En el mismo bol, añadimos el resto de ingredientes. Amasamos a velocidad medio-alta durante 13-15 minutos, hasta que tengamos una masa fina y elástica. Para saber si está lista, ya sabéis, la prueba del gluten ;) Una vez hecha, dividimos la masa en dos, si queréis dos panes, o la dejamos tal cual.

Y ahora, imaginación al poder. Podéis hacer trenzas, podéis hacer pelotas de masa, para que salga como si fueran nubes, podéis hacerlas de distinto tamaño para darle un toque original...whatever.

Engrasamos el molde o los moldes deseados. Podéis espolvorearle harina, si queréis, pero a mi no me hizo falta. Ponemos la masa con la forma deseada, o simplemente con forma de pan de molde, que también, tapamos con un paño húmedo y dejamos levar hasta que haya llego al 80% de su duplicidad (no se si me explico bien). Tardará alrededor de 45-60 minutos con el caloret.



Mientras leva, precalentamos el horno a 180ºC. Además, para el glaseado, vamos a hacer una "beurre noisette" o "mantequilla avellanada", que le va a dar un toque muy especial al pan. Para ello, ponemos en un cazo a fuego muy bajo, a calentar la mantequilla. Subimos un poco el fuego, hasta que empiece a hervir, lo volvemos a bajar y estaremos dando vueltas continuamente, para que no se nos pegue. Pasado un tiempo, tomará un color caramelo y los olores inundarán toda la cocina. Cuidadin, que se quema muy fácilmente. Colamos por si hay alguna impureza y listo.

Pintamos nuestras masas mientras levan, y de cuando en cuando les damos un repaso. Con esto conseguimos que absorban un poco el sabor de la mantequilla, y so lo juro, luego se nota y es brutal.

Una vez hayan levado, recordad, hasta el 80% de su duplicidad, los taparemos con papel de alumnio. Llevaremos al horno, que ya estará listo, durante 30 minutos. Quitamos el papel de aluminio, pintamos con más noisette, y dejamos otros 20 minutos dentro, hasta que esté bien doradito. Cuando lo saquemos del horno, volvemos a pintar. Dejamos enfriar completamente en el molde, y luego ya desmoldamos.

¡Et voilá!





Mi trenza salió un pelín amorfa porque el molde era muy enano, pero bueno, en la fealdad está la originalidad. Tenéis que intentarlo, en serio, no os vais a arrepentir. En mi casa ahora es obligatorio hacer este pan, salieron todos encantados, y yo, más :)

En fin chicuelos, espero que os haya gustado esta nueva receta y eso, que la intentéis en casa, que seguro que gusta a todos.

Un besote muy, muy, muy fuerte para vosotros y nada, a sufrir un poquito con lo que viene siendo el caloret, pero bueno, ya queda menos (no quiero que se acabe el verano, que sea eterno, por dios, pero con este calor casi que no apetece jaja).

Gracias por seguir ahí un día mas!

Sois geniales :)

Muaks!

Jesús

2 comentarios:

  1. Algo bueno tenia que tener el calor, que el pan leva estupendamente. Me parto con tus ocurrencias, ponte a la sombra, haz el favor jeje

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  2. Y ese pan es muy provocativo para tomar con un vos café colombiano ;)

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